miércoles, 7 de mayo de 2008

Mucho calor, mucha lluvia...

Minero y minera llegando a sus casas luego del trabajo.
Playa de Oro - Vía Panamericana

Si usted viaja al Chocó recuerde que es el sitio con más pluviosidad del mundo así que aunque sea temporada de verano lleve impermeable y si quiere visitar las minas recuerde llevar unas buenas botas. El clima entonces es muy húmedo y caluroso, lo cual a veces genera problemas de salud porque los huecos que han dejado las minas de retro luego se llenan de agua, se estancan y se convierten en foco seguro del zancudo que transmite el paludismo.

Recuerdo que el tema del paludismo me preocupó mucho, pero luego me di cuenta que ese temor habla en cierta manera de las ideas que se generan en nosotros de los sitios y situaciones como aquellas, los de la tropicalidad, que tienen que ver con nosotros y la construcción que hemos hecho de lo propio y a su vez de lo desconocido de donde están los otros, los afrocolombianos, a partir de un discurso de exclusión e inclusión, de un lado lo malsano, de otro los recursos. Por lo tanto, una dicotomía entre lo distinto y los que hay que obtener para abastecernos, para el desarrollo del país o para el desarrollo de las regiones o para ingresar a la economía internacional, lógica muy marcada en las empresas nacionales e internacionales que intentan llevar desarrollo a estas regiones, desconociendo su realidad local, cultural e identidad.

Estos mineros salen de su trabajo diario de bareque en una mina cercana de minería de retro en “Playa de Oro”, sus sombrillas son bien ingeniosas y me queda todavía la duda si logran taparlos o por lo menos evitar mojarse un poco más de lo que están, además cuando se sale de una mina siempre se sale empantanado y emparamado completamente, pues las tierras son muy húmedas y cuando uno entra a una mina de hoyadero (el tipo de minería artesanal más tradicional), las paredes brotan agua como si estuviera lloviendo.

¿Será que si se protegen alguito?

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